Este pasado domingo 9 de septiembre el cantautor catalán El Niño de la Hipoteca se presentó en una función (de cupo limitado) en La Fídula en la ciudad de Madrid, España.
Comenzó la velada dejándole saber al público que estaba triste. Todos los años se toma un mes para “limpiarse corporalmente” y este mes de septiembre, es ese mes. tomaba agua de una botella de cerveza para engañar a su mente.
Con esta explicación interpreta la canción “De vacaciones” y de verdad que al saber el contexto de la canción, es inevitable no ver el sentimiento con el que toca la canción. Uno suele tomar al Niño de la Hipoteca un poco en broma, pero esta canción ya no la escucho con gracia alguna. Definitivamente, no la volveré a escuchar igual.
Su repertorio estuvo repleto de sus clásicos, al igual que dos o tres temas nuevos, incluyendo el tema “Yonqui” (Junkie) que me dejó con ansias locas a escuchar ese tema ya grabado. Habla del consumerismo en una nota más oscura al que estamos acostumbrados a escuchar a ENDLH. También tocó su tema más reciente “Los cuentos”, tema que realiza junto al rapero español Shariff.
Entre sus clásicos, tocó la canción “No te irás jamás”, la cual tiene una versión con el dúo Antílopez. De mis favortas.
El público cantó a coro canciones como “El porvenir”, “CUM LAUDE”, “Romeo y Julieta”, “Que te vaya bien”, entre otras. Una de las canciones que me sorprendió, y no por el cantautor, sino por el público, fue la canción “Copypaste”, donde el canta trozos de canciones de diferentes artistas en una misma canción, y el público se la sabía de principio a fin sin cometer errores. Fue una parte de la noche muy divertida.
Al final, aunque repitió que no tocaría más, el público pidió otra (obviamente) a coros y él volvió a subir la pequeña tarima de La Fídula y le anunció al público que hará lo que él sabe hacer y lo que él sabe hacer es cantar, mientras toca su guitarra. Pero a lo que se refería era que iba a tocar una canción desconectado, sin cable al amplificador y sin micrófono. Le pidió al público que cantara, pero que lo hiciera en un tono bajo para que él se pudiera escuchar. El resultado fue algo totalmente mágico. Se despide con la canción “Alquitrán y Carmín” y nosotros, al mismo tiempo, nos despedimos de él.